Hormonas masculinas

Durante muchos años se ha hablado de las hormonas femeninas, que regulan el peso, el estado de ánimo, la calcificación de los huesos, la pérdida de la libido, el estado de la piel y el pelo, etc. Sin embargo, no es muy frecuente que se mencione las de los hombres. Ellos también se ven afectados por fluctuaciones hormonales y manifiestan por eso diferentes comportamientos físicos y psicológicos. 

Se toman muy en serio los deportes

Se dice que los deportes son una vía de escape socialmente afectada para dar salida a la agresividad, la competitividad y los impulsos de dominio de los hombres. Y todos estos comportamientos están relacionados con la testosterona. Ante un partido de fútbol, por ejemplo, el nivel de testosterona de los jugadores se eleva muchísimo, y experimentan las mismas descargas de adrenalina que se producen en situaciones de alerta y de tensión. Ambas hormonas (testosterona y adrenalina) están presentes en cualquier estímulo corporal, ya se trate de ver un partido de fútbol o jugarlo. Ha llegado a decirse que los niveles de testosterona de un hombre que ganó un partido son mayores que los de otro que ha perdido.

Son más fuertes que las mujeres

La testosterona influye en la proporción grasa - músculo de nuestro cuerpo; por eso, en general, los hombres son más fibrosos y tienen menos problemas de gordura que la mujeres. A medida que envejecen, el nivel de esa hormona desciende y, por lo tanto, tienden a engordar. La terapia con testosterona, mejora el estado de ánimo y la salud de una persona, así como su fuerza y resistencia. De esta manera, es posible, aunque no se lo haya probado, que la administración de suplementos de testosterona puedan reducir los efectos del envejecimiento. Pero para encarar un tratamiento de este tipo hay que consultar previamente a un especialista y saber que a dosis elevadas, la hormona puede provocar esterilidad y alteraciones en la próstata que muchas veces llegan a transformarse en cáncer.

Pierden el pelo con facilidad  

La alopecia, que tanto preocupa a los hombres, también está relacionada con la testosterona. Pero eso no quiere decir que los calvos tengan más cantidad de esa hormona que el resto de los hombres. Lo que sucede es que el cuero cabelludo y las células capilares son más sensibles a la influencia de la testosterona, que provoca la inhibición de los folículos. Pero ¿qué determina esa sensibilidad?. La respuesta es el factor genético. Eso quiere decir que todos los hombres calvos tienen algún pariente con alopecia. 

Nunca les falla su sentido de orientación

El aporte que se produce en el cerebro del feto masculino mientras se desarrolla en el útero materno parece que influye en el hecho de que los hombres tengan más desarrolladas algunas actividades especiales como para orientarse o estacionar en el auto.

Según los antropólogos, esa capacidad se remonta a los tiempos prehistóricos, cuando los hombres eran nómades y tenían que recorrer muchos kilómetros para cazar animales, y luego encontrar el camino que los llevara de vuelta a casa.

Sin embargo, hay muchas mujeres que superan a los hombres en este terreno. Suplen la falta de orientación con otro tipo de aptitudes. Por ejemplo, un hombre puede dar mil vueltas en un auto hasta encontrar el lugar al que se dirige (cosa que, generalmente suele conseguir), antes que preguntar a alguien. Las mujeres, en cambio, gracias a su fluidez verbal y a su capacidad de comunicación, prefieren parar en el primer puesto de diarios o estación de servicios que vean, preguntar, y así llegar mucho antes que ellos.

Tienen más problemas para relacionarse

La testosterona, la hormona masculina por excelencia, influye en el deseo de los hombres por imponer su criterio y aviva su espíritu competitivo. Por eso, tienen tantos inconvenientes en las relaciones personales.

Los niveles de esta hormona masculina varían mucho de un hombre a otro. Los que tienen cantidades muy elevadas encuentran más problemas a la hora de afrontar las diferencias que existen entre los sexos. De ahí que la mayoría de los hombres son poco partidarios de compartir problemas con su pareja, les cuesta mucho subordinar sus propias necesidades a las de ella y, en general, no son tan amigos de las demostraciones de ternura.

Fuente : Internet