¿ Senos Grandes ?
Los especialistas han ayudado a muchas mujeres con demasiado busto a recuperar un tamaño natural y, a la vez, una funcionalidad social aceptable:
Las patologías mamarias en cuanto a su aumento de volumen se pueden dividir en hipertrofias mamarias y gigantomastias. En estas últimas, el gran volumen de la mama crea un problema muy difícil para sobrellevar una vida medianamente ordenada. Sin una cirugía reparadora, la mujer afectada se ve muchas veces imposibilitada para realizar muchas actividades de su vida cotidiana.
Una consecuencia importante del gran volumen de la mama, tiene que ver con la movilidad y la sobrecarga de peso, que repercute en la columna cérvico-dorsal.
Otra complicación frecuente son las dermatitis micóticas en la zona del pliegue submamario, sobre todo en la época estival.
Otros problemas fecuentes se presentan cuando la mujer se encuentra en su periodo de lactancia, durante el cual se observa un aumento del volumen habitual de la mama, el problema se agrava. Muchas veces debe ser asistida al amamantar, de manera que ella pueda sostener la mama y otra persona ayude a ubicar al bebé adecuadamente.
Cirugía si o no?
Existen diferentes técnicas de reducción mamaria que ofrecen una solución a mujeres con un exceso de volumen en sus mamas. Si bien representan prácticas seguras y eficaces, la decisión de una mujer no es algo tan fácil.
La opción de reducir el volumen de las mamas la da una cirugía que no presenta demasiadas complicaciones, y cuyo postoperatorio no es muy prolongado.
En qué consiste la intervención
Se procede a resecar el tejido glandular propiamente dicho, tejido adiposo y cutáneo. En mujeres jóvenes hay un predominio de tejido glandular. Pero con el tiempo, los cambios hormonales hacen que éste se atrofie y ceda espacio al tejido adiposo, el cual representa la mayor parte del volumen de la mama.
Pocos días después se retiran los puntos, y se dejan madurar las cicatrices durante seis meses aproximadamente. La tendencia a la cicatriz hipertrófica es posible de ser tratada.
El gran volumen y el exceso en el peso de los senos puede representar un problema real. Cuando se altera el natural rango de crecimiento de sus senos, la mujer puede tomar diferentes actitudes. Algunas pueden necesitar de la ayuda profesional para reducirlo. Sólo así, muchas de estas mujeres podrán recuperar su autoestima y funcionalidad. Y otras pueden hacer de ese tamaño un rasgo característico de su personalidad e imagen corporal.
Paula es una de esas mujeres que ostentan un busto generoso. A lo largo de su vida esto ha originado diversos estados emocionales y de relación con el entorno. A través de su testimonio intentaremos acercarnos al problema y a sus posibles soluciones. Ella sabe por experiencia que niños y adolescentes tienen una especial crueldad en el tratamiento de sus pechos y su imagen corporal.
"Desde los trece años yo tuve muchísimo busto con respecto a mis compañeras de colegio y amigas. En esa época era muy delgada y de baja estatura, y mis senos se destacaban mucho. Detrás de esto venían las bromas, los chistes y los sobrenombres. Y empezaron los complejos. Esto me obligaba a adoptar una postura corporal especial; cruzaba mis brazos sobre el pecho, no usaba ropas escotadas ni ajustadas al cuerpo. Era escapar a la mirada del otro sobre uno..."
En una etapa de la vida en que la persona busca terminar de construir la imagen corporal, estos detalles pueden adquirir una importancia extrema. La elección de la vestimenta, lo cual hace al adolescente sentirse parte de un grupo, no representa un accesorio intrascendente.
Salud y belleza
Cuando se habla de salud, es peligroso hacer separaciones antinaturales. ¿Hasta dónde va lo estético y su hondo significado psicológico en el propio bienestar? ¿Dónde comienza lo físico, con sus concretos problemas anatómicos?... Suponiendo que pudiéramos dejar de lado lo estético y lo emocional, un busto demasiado desarrollado puede representar un problema concreto para el físico de la mujer.
Diferentes técnicas
Existen diversas técnicas para la reducción de grandes mamas. La primera técnica de reducción mamaria fue desarrollada aproximadamente a mediados del siglo XX. Fue muy exitosa y sobre esa base va siendo permanentemente modificada una práctica cada día más perfeccionada, con diferentes técnicas particulares. Para cada caso, el cirujano elegirá una de las técnicas aceptadas e incluso podrá realizar algunas modificaciones según su propia experiencia.
Una de las maneras de diferenciar las técnicas de reducción mamaria es por la cicatriz que dejan en la mama. Se trata de cicatrices bastante amplias. En este momento del desarrollo de la Cirugía Plástica se están proponiendo y llevando a cabo distintas ideas para disminuir la longitud de las mismas.
Los especialistas explican que una de ellas es la denominada periareolar, con una cicatriz que circunscribe la areola, haciendo una resección de la piel. La sutura se realiza de mayor a menor, ya que la areola conserva su tamaño mientras la circunferencia externa del corte resulta mucho mayor.
La técnica da una cicatriz bastante aceptable, pero es imposible cuando el volumen de la mama a reducir es muy importante. Las otras técnicas proponen un desafío: trasladar el complejo areola/pezón al lugar anatómicamente aceptable mediante un pedículo, es decir, una porción de tejido mamario y dérmico que actúa como un puente que le dará la irrigación necesaria. Existen técnicas mono y bipediculares.
Esto es absolutamente necesario en los casos de personas jóvenes, que pueden necesitar amamantar, por lo cual se debe salvar esta función de la manera indicada.
En mujeres adultas que ya han terminado su vida de procreación, es posible realizar una sección completa del complejo areola/pezón e injertarlo libremente en su nueva localización.
Fuente : discoveryhealth.com