Momentos de Dios
Con cada oración a Dios, abro mi alma al enriquecimiento espiritual.
Con sólo pasar un momento en oración con Dios, me renuevo. Siento que el sagrado influir de su espíritu en mi mente y cuerpo, despeja el dolor y la duda.
Cada oración es un momento con Dios en el cual me reúno con mi creador profunda y poderosamente. Abro mi alma al enriquecimiento espiriritual.
Los momentos con Dios me enriquecen y me fortifican a través del día, transformando los problemas en oportunidades para el crecimiento y renovación.
Dios creo toda vida y todo lo que se necesita para sustentar la vida. Como creación de Dios, me nutro de ese sustento cada vez que tomo un momento para estar consciente de su presencia.