24 de enero del 2013 - Jueves

Paz interna
 
No puedo controlar el clima ni las palabras y acciones de los demás. A veces, puede que sienta como que si ni siquiera puedo controlarme a mí mismo. Cuando la vida parece inmanejable, busco maneras de restaurar mi paz interna. Afirmo las palabras de Jesús: “Calla, enmudece”.

Mis palabras invocan la actividad del Espíritu Santo. La paz surge para sosegar mis emociones y calmar mis pensamientos atribulados. Con una respiración profunda, me centro de nuevo en la paz de Dios que siempre está disponible para mí. No tengo nada que temer. El resentimiento y la preocupación se disuelven en la nada. Cada situación es resuelta, cada preocupación es temporal. La paz de Dios está establecida en mí.

Jesús, se puso en medio y les dijo: “La paz sea con ustedes”.—Juan 20:19