Orar por otros
Doy gracias porque Dios está en mis seres queridos.
Cuando un ser querido necesita curación, lo ayudo por medio de la oración. El poder de la fe y la comprensión es grande. Dicho poder libera mi mente del temor y la ansiedad acerca de la persona por quien oro. Aparto mis ojos del problema y los enfoco en el espíritu de Dios en mí. No importa lo seria que sea la condición o lo desesperanzado que mi ser querido pueda sentirse, el espíritu de Dios está en él. Mantengo a mi ser querido en mi corazón. Veo la vida moradora de Dios como fortaleza, energía y valor. Envío mi fe y mi amor a cualquiera que enfrente un desafío, y afirmo que será alentado. Doy gracias, porque Dios está en medio de todo, ¡y todo está bien!
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados. —Santiago 5:15