29 de marzo del 2013 - Viernes
Orar por otros
Doy gracias porque Dios está en mis seres queridos.
Cuando un ser querido necesita curación, lo ayudo por medio de la oración. El poder de la fe y la comprensión es grande. Dicho poder libera mi mente del temor y la ansiedad acerca de la persona por quien oro. Aparto mis ojos del problema y los enfoco en el espíritu de Dios en mí. No importa lo seria que sea la condición o lo desesperanzado que mi ser querido pueda sentirse, el espíritu de Dios está en él. Mantengo a mi ser querido en mi corazón. Veo la vida moradora de Dios como fortaleza, energía y valor. Envío mi fe y mi amor a cualquiera que enfrente un desafío, y afirmo que será alentado. Doy gracias, porque Dios está en medio de todo, ¡y todo está bien!
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados. —Santiago 5:15