La paz emana de mi centro de calma.
Paz interna
Mi paz proviene del centro de mi ser. Cuando practico mantenerme centrado, promuevo mi serenidad. Encuentro un lugar tranquilo para meditar y dirijo la atención a mi interior. Visualizo un gran círculo cubierto con una capa fina de arena. Enfoco mi atención en su centro y visualizo que trazo una espiral en la arena, moviéndome lentamente de adentro hacia fuera. Veo mi vida como este círculo. Al suscitar serenidad desde mi interior, me muevo con facilidad y gracia en el mundo. La paz emana de mi centro de calma y traigo mi presencia tranquila dondequiera que voy. Infundio toda situación con calma, agradecido por ser un centro que irradia la paz de Dios.
-Marcos 6:31
“Jesús les dijo: Vengan, vamos nosotros solos a descansar un poco