Construye un puente de amor

“Dios es amor, y el que permanece en amor. Permanece en Dios. Y Dios en él”(I Juan 4:16).

Hoy tomo tiempo para reflexionar en estos pensamientos: Mi responsabilidad (No, no mi responsabilidad, sino privilegio) es formar mi jardín mental para que refleje la gloria de la presencia de Dios.

No puedo ir sin rumbo a la perfección. Debo pensar, trabajar, orar y proceder consciente a ella; esto requiere que todo mi ser esté alerta y completamente despierto.

“Usa o pierde” es la ley de la vida. Dios me ha dado algunos dones individuales, talentos, habilidades, ideas e inteligencia. Depende de mi usarlos correctamente.

Alguien ha dicho. “Lo que somos es el regalo de Dios a nosotros”. Toda persona es un hijo muy amado de Dios, heredero de toda bendición divina y capaz de hacer por el Padre algo que ayude a establecer el reino del cielo en la tierra. Mi propósito es establecer tal relación con Dios para que él pueda revelarme mi trabajo. El mundo no existe para el beneficio particular de algún individuo, sino para el beneficio de la raza humana.

Un modo de armonizar mi vida con Dios es recordar que vivo, me muevo y tengo mi ser en él. Creo, como San Pablo, que ninguna fuerza puede separarme del poder omnipresente de Dios.

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. (Salmos 139:23).

Fuente : Centro Luz Espiritual