Eres libre, decláralo, vívelo

“ Si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”

“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”

Hoy me doy cuenta de que Dios esta conmigo aquí y ahora mismo. El es mi vida, sabiduría, salud, felicidad.

Todo momento de mi vida es dirigido por su amor. Veo su mano en todos los sucesos de mi vida. El me dirige a través de toda dificultad. Aunque aveces lo niegue con mis dudas y temores. El nunca me niega; nunca me deja.

¿No puedo darle mi confianza? Ahora me vuelvo a Dios y digo simplemente: padre no insistiré en manejar mi vida por mi propia cuenta, por que no puedo hacerlo.

Tu eres mi vida, eres mi vida y me entrego completamente a tu cuidado y guarda.

Me regocijo en el conocimiento de que nada puede abandonarme que no se lo correcto. Nada puede llegar a mí que no sea lo correcto. Sé que nada llega a mí con el propósito de causar dolor o sufrimiento. Más bien todo llega para traerme mayor comprensión de la presencia y el poder de Dios.

Doy gracias a Dios hoy por todo lo que estimo: por profundo e inmensurable amor divino, por fe, esperanza, confianza y paz. Y a medida que mantengo mi confianza y paz, todo problema (si, cada uno) es resuelto, algunas veces de manera misteriosa, y otras veces al último momento.

He aquí yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a +el, y cenaré con él y él conmigo. (Apocalipsis 2:3).

Fuente : Centro Luz Espiritual