Decisiones saludables

Me honra que el espíritu de Dios resida en mi cuerpo y me fortalezca y llene de vida. Con esta fortaleza de espíritu como apoyo, controlo fácilmente cualquier antojo de consumir alimentos poco saludables o de substancias o hábitos que puedan ser dañinos para mí. Entonces tomo las decisiones más sabias y saludables para mi cuerpo.

Consciente de la vida sagrada del espíritu en mí, soy inspirado a tratar mi cuerpo con el mayor respeto. Después de todo, mi cuerpo es un templo del espíritu santo. Se me ha dado la libertad de tomar decisiones con relación al cuidado de mi cuerpo templo, y esa libertad trae consigo la responsabilidad de tomar decisiones saludables.

Al tomar decisiones que afirman vida, mi cuerpo responde con más vitalidad hasta el punto que resplandezco de salud.

Fuente : Internet