12 de octubre del 2012 - Viernes
Gracia
La gracia de Dios siempre es suficiente.
Al respirar profundamente, permito que mi cuerpo se relaje y libere todo el estrés. Aparto mi atención de cualquier preocupación o distracción, y descanso consciente de la presencia de Dios en mí.
Hacer una pausa para pasar un momento devoto en el silencio, me permite ser un portal por medio del cual la gracia divina se vierte en mi mente, en mis pensamientos y en todo mi ser. La gracia de Dios está siempre disponible y siempre es suficiente —no importa el reto. En el solaz de este interludio sagrado, recuerdo que no tengo que manejar ninguna situación solo. Dios me apoya eternamente. Prosigo confiadamente con mi día con un sentimiento de calma y bienestar.
Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda.—Hebreos 4:16
Gracia
La gracia de Dios siempre es suficiente.
Al respirar profundamente, permito que mi cuerpo se relaje y libere todo el estrés. Aparto mi atención de cualquier preocupación o distracción, y descanso consciente de la presencia de Dios en mí.
Hacer una pausa para pasar un momento devoto en el silencio, me permite ser un portal por medio del cual la gracia divina se vierte en mi mente, en mis pensamientos y en todo mi ser. La gracia de Dios está siempre disponible y siempre es suficiente —no importa el reto. En el solaz de este interludio sagrado, recuerdo que no tengo que manejar ninguna situación solo. Dios me apoya eternamente. Prosigo confiadamente con mi día con un sentimiento de calma y bienestar.
Acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda.—Hebreos 4:16