22 de diciembre del 2012 - Sábado
Guía
La luz de Dios resplandece incesantemente. En su resplandor veo posibilidades ilimitadas. En el resplandor de la luz de Dios, mi camino es claro. La luz de Dios me ayuda a ver todos mis dones y fortalezas más claramente, permitiéndome tomar decisiones correctas para mi salud y bienestar.
Al abrir mi mente y mi corazón a la luz de Dios, recibo la seguridad de que nunca estoy solo. Soy inspirado a cocrear con Dios de maneras poderosas.
Dios también guía a mis seres queridos por medio de los dones del discernimiento, la sabiduría y la comprensión.
Descanso en la conciencia de que la luz de Dios nos anima e invita a todos a una experiencia más plena del Espíritu y de la vida.
Salmo 78:72
Los cuidó y los dirigió con mano hábil y corazón sincero