28 de diciembre del 2012 - Viernes
Prosperidad
Es natural dar de sí mismo, y recuerdo las palabras de Jesús: “dad y se os dará”. Elijo participar plenamente en la circulación y bendición del bien abundante de Dios: dando generosamente y recibiendo con agradecimiento.
La prosperidad es una experiencia dada por Dios. Soy próspero al sentir felicidad, salud y paz. Por medio de relaciones personales significativas, comunión con Dios y una vida llevada con propósito, soy prosperado en todo sentido. No necesito un gran número de bienes materiales para sentirme a gusto. Cuando mantengo una actitud de gratitud por todo lo que tengo, mis necesidades son satisfechas y mi bien viene a mí con facilidad y gracia. Veo el bien de Dios dondequiera que miro, ¡y soy próspero!
Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando.—Lucas 6:38