06 de enero del 2013 - Domingo
Gracia
El Espíritu morador enriquece mi voz. La infunde con poder sanador que calma las aguas turbulentas. Me hace hablar de manera clara, amorosa y sincera. Hace que oiga con comprensión y paciencia; me dota su gracia y lleva con sabiduría. Considero a todos, valoro su dignidad y derechos. me permite crear un mundo de amor, gozo y belleza.
Salmo 45:2
La gracia se ha derramado en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.