13 de febrero del 2013 - Miércoles
Disciplina
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Cada persona tiene atributos espirituales tales como sabiduría, comprensión, fortaleza, poder y discernimiento. Estos poderes nos ayudan a lograr nuestro potencial divino. Logro una expresión más plena de mi ser crístico al comprometerme con mi práctica espiritual.
La autodisciplina es mi compañera en el camino hacia el autodescubrimiento, el crecimiento espiritual y una vida más satisfactoria. Invoco el poder del Cristo morador para fortalecer mi resolución. Mantengo mi cita divina para orar con Dios cada día. Dejo ir tiernamente lo que ya no ayuda a mi crecimiento y bienestar espiritual. Hoy comienzo un viaje de renovación espiritual, y ejercito con confianza la autodisciplina.
No nos ha dado Dios un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.—2 Timoteo 1:7