15 de Junio de 2013 - Sábado
Las bendiciones de Dios llenan mi vida; soy próspero.
Prosperidad
Mi vida está llena de prosperidad ilimitada. La belleza de la tierra, el amor de mis familiares y amigos, las oportunidades ante mí, y hasta las lecciones que aprendo todos los días, aseguran mi prosperidad.
La prosperidad es mucho más que posesiones materiales; es también un estado mental.
Es la comprensión de que las bendiciones de Dios llenan mi vida. Me siento próspero cada vez que disfruto la belleza de un amanecer o siento que una oleada de energía divina fluye en mente y cuerpo.
Me siento próspero cada vez que tengo nuevas ideas y experimento mayor bienestar y confianza. Me siento próspero al orar y reconocer que soy un ser espiritual. ¡Soy maravillosamente próspero!
–Judas 1:2
“Reciban ustedes abundancia de misericordia, paz y amor”.