18 de Junio de 2013 - Martes
Mi religión es el amor.
Sencillez
Cuando se le pidió que nombrara el mayor mandamiento, Jesús dijo que era amar a Dios y amar al prójimo como a ti mismo. La sencillez de este principio es profunda. Amo a Dios. Soy una parte maravillosa del misterio, el orden, la magnificencia y la danza dinámica –de crear y recrear– que Dios es. Con cada pensamiento de gratitud, mi amor por Dios se profundiza.
Amo la expresión única del Espíritu que soy, y aprecio los dones y el propósito que estoy aquí para compartir y cumplir.
Amo la diversidad de mis hermanos y hermanas, cada uno único a su manera.
Cada día practico la bondad y la compasión, la paciencia y el perdón. Elijo el camino del amor.
–Mateo 22:40
“De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”.