23 de Junio de 2013 - Domingo
La paz de Dios llena mi ser.
Perdonar
La presencia de Dios vela por mí. Dondequiera que estoy, está Dios.
Estas líneas de la “Oración de protección” me recuerdan que siempre estoy en la presencia de Dios –una presencia que me ofrece paz. Al orar, me dirijo a mi interior a un santuario de paz; y comulgo en silencio con la presencia. Mi mente, cuerpo y espíritu reciben sosiego. Dejo ir la preocupación, el temor y la duda. Durante el día regreso fácilmente a mi conciencia de la presencia de Dios, y me calmo inmediatamente. Desde este lugar de paz, ayudo a quienes se sienten inquietos. PERMITO.
Dejo atrás. Permito que Dios se exprese por medio de mí como paz, comprensión y empatía.
Siempre estoy en la presencia de Dios.
Siempre estoy en la presencia de paz.
Éxodo 33:14
Y el señor le dijo: “Mi presencia irá contigo, y te haré descansar”.