1 de Septiembre de 2013 - Domingo
Soy energía divina, ¡y nada puede detenerme!
Indetenible
Tengo energía y poder ocultos en lo profundo de mi ser. Cuando enfrento un obstáculo, acudo a mi interior, al poder de Dios que satisface todas mis necesidades. Así como el viento sopla con gran fuerza y poder pero permanece invisible, la energía en mí puede que no sea visible, mas es fuerte, vibrante y siempre presente. Gracias al poder de Dios en mí, soy capaz de lograr grandes cosas. Al aprender a confiar en este poder, desato mi pleno potencial. Estoy por siempre vinculado a la fuente de mi poder. Dicha fuente es divina, es la energía del universo y es indetenible. Yo soy esa energía divina, ¡y no puedo fallar!
–Lucas 9:1-2
“Jesús reunió a sus doce discípulos y, después de darles poder y autoridad para expulsar a todos los demonios, y para sanar enfermedades, los envió a predicar el reino de Dios y a sanar”.