3 de Junio de 2014- Martes
Desde mi alma y corazón, veo el mundo con claridad.
Sabiduría
La sabiduría genuina incluye la capacidad de discernir, pero requiere más que la simple lógica. La verdadera sabiduría proviene del corazón y del alma. Gracias a ella, puedo ver más allá de las apariencias y percibir el potencial divino inherente en todo. En mi práctica de oración, desarrollo y fortalezco mi habilidad para tomar decisiones sabias. Me uno a la fuente y abro mi corazón y mi mente a las posibilidades que quizás antes no reconocí. El contacto diario con mi naturaleza divina expande mi habilidad para escuchar profundamente, ver claramente, elegir decididamente y avanzar gozosamente. Desde el dulce silencio de la oración, nuevas alternativas son reveladas y mi capacidad para la sabiduría aumenta.
Salmos 51:6
“Tú amas la verdad en lo íntimo y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría”.