14 de Junio de 2014- Sabado
Encuentro consuelo al saber que nunca estoy solo.
Consuelo
Las luces en el cielo nocturno me recuerdan mi vínculo infinito con todo lo que existe, y eso me proporciona consuelo. Al mirar el cielo lleno de lejanos soles, planetas y lunas parpadeantes, veo mi vida desde una perspectiva cósmica. Siento mi vínculo divino con esos puntos en el cielo. Al permitir que mis pensamientos se alejen de los eventos del día, enfoco mi atención en la verdad de que la vida es continua y que Dios es todo lo que existe.
Sentir este vínculo poderoso con el espíritu y recordar que nunca estoy solo me brindan gran consuelo. La sabiduría del espíritu es mi apoyo. La paz del espíritu yace en lo profundo de mi ser. El amor siempre presente de Dios me rodea y envuelve.
Isaías 51.12
“Yo, yo mismo, te doy ánimo. ¿A quién tienes miedo?”