23 de Junio de 2014-Lunes
Abro mi vida para confiar en la sabiduría de Dios.
Confiar
A veces puede ser difícil para los seres humanos confiar los unos en los otros. La confianza requiere cierto nivel de entrega y estar dispuestos a ser vulnerables. Para aprender a confiar, comienzo por tener fe en lo divino en mí.
Al poner mi confianza en Dios, nunca perderé mi camino. Esto significa que adoptaré una actitud pasiva. Por el contrario, significa que estaré alerta a la sabiduría y el discernimiento, al amor y a la belleza, a la verdad y al orden divino.
El Espíritu me guía a la gente y a las experiencias que me bendicen, y encontraré personas con quienes me siento cómodo compartiendo mis pensamientos, ideas y sentimientos. Al confiar, un mundo de bendiciones se abre para mí,
Salmo 56:3
“En el día que temo, yo en ti confío”.