25 de Junio de 2014- Miercoles
En meditación me vinculo con mi fuente.
Meditación
La meditación es una manera profunda y poderosa de vincularme con Dios. Gracias a ella experimento unidad con todo lo que existe y permito que surjan los deseos más profundos de mi corazón. Inicio la práctica de la meditación eligiendo una hora y un lugar callados. Me siento cómodamente. Cierro los ojos, coloco las palmas de las manos sobre mi regazo y respiro naturalmente. Quizás contemple una idea espiritual o un versículo bíblico. Si mi atención divaga, la regreso suavemente a la idea o enfoco mi atención en mi respiración. Quieto y callado, me uno a la fuente de mi ser. concluyo con una afirmación o una oración, y estoy plenamente preparado para el día ante mí.
Salmo 49:3 Mi boca hablará sabiduría,
Y el pensamiento de mi corazón inteligencia