27 de Junio de 2014-Viernes
La paz divina calma mi mente y eleva mi espíritu.
Paz interna
Declaro paz en mi vida hoy al elegir pensamientos serenos. Si he estado estancado en preocupaciones, arrepentimientos o plazos por cumplir, me detengo, respiro profundamente y visualizo un paisaje tranquilo. Me veo sentado a la orilla del mar, paseando por el bosque o meditando en un lugar callado. Mi cuerpo descansa y la tensión se disipa en la nada.
Me bendigo con momentos tranquilos que elevan mi espíritu, aumentan mi creatividad y enfocan mi mente. Cuando estoy en armonía con la paz divina, nada me perturba. A medida que la paz emana de mi interior, imparto sosiego a las situaciones en mi vida. Mi serenidad se expande hacia los demás.
2 Tesalonicenses 3:16
“Y que el mismo Señor de la paz les dé la paz a ustedes en todo tiempo y en todas formas”.