30 de Julio de 2014- Miercoles
No hago resistencia a los cambios porque sé que solo Dios, el bien, me gobierna.
No resistencia
No hago resistencia a los cambios. No importa cuán retadores sean, cuando soy llamado a afrontarlos, sé esta verdad: cuando la puerta a una manera anterior de vida se cierra, otra puerta hacia un nuevo modo de vida se abre. Solo el bien me gobierna porque Dios es mi regidor.
Mantengo mi equilibrio. No doy paso a pensamientos de temor. No persisto en el sentimiento de que no puedo ser feliz en otras circunstancias y otros lugares. Encuentro que los cambios son fáciles de hacer cuando recuerdo que Dios no me ha dado un espíritu de miedo, sino uno que es maravillosamente flexible y adaptable. Dios me ha dado un espíritu que acepta nuevas ideas, nuevas maneras de vivir, nuevos lugares, nuevos amigos.
Pedro 3:18
“Creced en la gracia... de nuestro Señor”.