9 de Agosto de 2014- Sabado
Visualizo que mi mayor bien se desarrolla.
Visión
Así como los anteojos asisten a mi visión física, orar y meditar me ayudan a crear y enfocar mi visión espiritual. Con los poderes creativos de la fe y la imaginación, escucho el deseo de mi corazón, creo una visión para manifestarlo y tengo fe en su potencial. Anticipo los sentimientos que tendré cuando mis oraciones sean contestadas.
Visualizo que venzo una situación difícil y siento alivio. Veo que alcanzo una meta y siento gozo. Imagino resultados positivos y siento que ya se ha manifestado. Al aferrarme con fe a mi visión, estoy receptivo a la dirección del Espíritu. Disfruto de claridad y guía. Atraigo hacia mí las ideas y los recursos necesarios para hacer mi visión realidad.
Salmo 146:8
“El Señor devuelve la vista a los ciegos”.