31 de Agosto de 2014- Domingo
Alineo mi actitud y mis acciones con la verdad de mi ser.
Adaptar
La verdad espiritual no cambia, pero al crecer en conciencia, a veces yo he de cambiar mi manera de pensar y actuar para alinearme con ella.
Así como un niño aprende a gatear y luego se adapta a caminar y correr, yo me adapto a la verdad a medida que mi comprensión aumenta.
La verdad es que soy un ser divino y mi vida está llena del poder y la presencia de Dios.
Según esta conciencia aumenta en mí, aprendo a confiar en ella.
Nada puede separarme de la presencia.
Estoy inmerso en el fluir de la abundancia, la salud, la sabiduría y la paz.
Al avanzar cada día, alineo mi actitud y mis acciones con mi verdad. Vivo la verdad que conozco.
Mateo 18:3
“De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos”.