13 de Septiembre de 2014- Sabado
Siento gratitud por el regalo de la vida.
Dar gracias
Dar gracias es un acto que sana. Al sentir gratitud por la vida, me renuevo en mente y cuerpo. La vida es un regalo supremo de Dios. Cuando oro y doy gracias, fortalezco mi contacto con Dios, y cada parte de mí y de mi vida es revitalizada.
Al reconocer a Dios en todo y a través de todo mi medio ambiente es armonizado y bendecido. Sé que donde Dios está, el bien está. Doy gracias hoy por mi capacidad para brindarle la vida sanadora de Dios al mundo.
Cada palabra que digo o escribo, cada toque de mano, cada acto de servicio que ofrezco se convierte en una bendición cuando mantengo una conciencia profunda de la Presencia divina. Dios me dio la vida y yo la comparto libremente.
2 Corintios 9:15
“¡Demos gracias a Dios por su don inefable!”.