19 de Septiembre de 2014- Viernes
Libero el fluir de bien en mi vida.
Perdón
Si un área de mi vida parece difícil o deficiente, me pregunto: ¿acaso necesito perdonar? La falta de perdón obstaculiza el libre fluir del bien. Si siento que me deben algo, me pregunto: ¿estoy dispuesto a dejar ir? Recuerdo que el bien fluye hacia mí desde una plenitud de canales. Nadie puede retener mi bien, porque este proviene de la fuente infinita.
Comienzo a sanar al ir a la parte sagrada en mí que me vincula con mi fuente. El yo soy en mí es completo y permanece inmutable ante cualquier circunstancia. Dejo ir mi dolor y permito que el amor divino me sane. Estoy listo para perdonar y, a medida que lo hago, el bien de Dios fluye en mi vida.
Lucas 11:4
“Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben”.