4 de Octubre de 2014-Sabado
Creo un espacio sagrado en mí.
Espacio sagrado
Ciertos lugares apoyan mi experiencia de lo sagrado. Estar en una catedral o entre una arboleda de secoyas centenarias puede que me haga sentir especialmente cerca de lo divino. Mas, aun si no tengo acceso a uno de estos lugares especiales, la experiencia de Dios siempre está disponible para mí; está tan cerca como mi próxima oración o mi respiración.
Creo un espacio para Dios ahora haciendo una pausa, relajando mi cuerpo y abriendo mi corazón y mi mente a la verdad. Al ir a mi interior, al lugar secreto del Altísimo, soy bendecido ricamente. El amor infinito llena mi corazón, la fortaleza espiritual nutre mi alma y la sabiduría divina guía mis pensamientos, palabras y acciones.
Mateo 6:6
“Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora”.