5 de Diciembre de 2014- Viernes
Divinamente protegido vivo con valor y confianza.
Protegido
La protección del Espíritu no tiene límites. Adondequiera que vaya, esta protección divina me guía y ampara. La sabiduría de Dios está en mí como mi voz e intuición internas. Es mi faro firme, el cual me aleja de situaciones tormentosas. Iluminado en el amor de Dios, soy guiado hacia mi mayor bien.
Sabiendo que soy protegido de manera divina, vivo con osadía. Navego por las situaciones desafiantes con confianza suprema, esperando siempre el bien. Dios está en mí y a mi alrededor –dondequiera que sea llamado a estar y lo que quiera que sea llamado a hacer–. Soy protegido por la Presencia infalible; siempre estoy resguardado en amor.
- Daniel 10:19
“No tengas miedo ni te preocupes. Dios te ama; ¡anímate y ten valor!”.