6 de Diciembre de 2014- Sabado
Dios es mi fuente siempre presente de esperanza.
Esperanza
En momentos de tribulación, mis pensamientos pueden nublarse con la duda y el temor. Si me siento separado de Dios, mi esperanza puede comenzar a disiparse. Mas Dios es como el sol que resplandece aun durante un día lluvioso.
En momentos de reto, me dirijo a mi interior para descansar en oración y meditación silenciosas. Dejo ir suavemente cualquier sentimiento de separación. Afirmo que Dios es mi fuente siempre presente de esperanza. En el silencio, una voz apacible y delicada en mí me susurra: “Dios está en la lluvia”. Esta verdad me llena y me libera del temor.
La luz renovadora de Dios resplandece en mí. Esta luz sagrada irradia desde mi interior restaurando mi esperanza.
- Salmo 33:22
“¡Que tu amor, Señor, nos acompañe, tal como esperamos de ti