8 de Diciembre de 2014- Lunes
Recuerdo lo que es verdadero, bueno y sagrado.
Recordar
Los sucesos diarios pueden que provoquen sentimientos, imágenes o reacciones del pasado. Aunque algunos de ellos pueden ser tiernos y gozosos, otros pueden ser dolorosos y desafiantes.
La gracia divina me ayuda a dejar ir y sanar cualquier reto del pasado. El amor infinito me consuela con ternura, como una madre amorosa que mece a su recién nacido. Al descansar en la compasión de Dios, recuerdo quien soy verdaderamente: una creación valiosa del Altísimo, merecedora de todo bien. Mi herencia divina es salud, amor, prosperidad y gozo. Seguro de esta verdad, ningún recuerdo negativo del pasado tiene poder sobre mí.
¡Reclamo mi bien en pleno aquí y ahora!
- Salmo 78:35
“Y se acordaban de que Dios era su refugio, que el Dios Altísimo era su redentor”.