23 de Diciembre de 2014 Martes
Al dar y recibir con gracia, soy bendecido con gozo abundante.
Dar y recibir
Regalos de todo tipo son intercambiados durante la temporada navideña –presentes comprados en tiendas, creaciones hechas en casa y ofrendas de tiempo y servicio–. Al preparar lo que deseo dar y planificar a quién deseo obsequiarlo, el espíritu de la generosidad surge en mi interior. Este es el mayor regalo: cuando doy, recibo.
Siento profunda gratitud cuando otros comparten sus regalos conmigo, y los acepto de corazón. La abundancia del universo obra por medio del principio de dar y recibir, conocido como la ley de la circulación. Participo en ella al dar y recibir con gracia y bondad, y soy bendecido con abundancia y gozo internos.
- 2 Corintios 9:7
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre”. (F)