10 de Enero de 2015- Sabado
Acepto mis experiencias de vida con amor y compasión.
Autoaceptación
La vida puede proporcionar tanto alegría como pesar. Quizás desee alejarme de las dolorosas. Pero para vivir plenamente, debo acoger ambas con amor y aceptación por mí mismo. Si siento dolor o sufro una pérdida, dejo ir cualquier autojuicio por sentirme triste o confundido. Suelto cualquier resistencia a mis lágrimas y permito que fluyan. Tengo presentes mis emociones con compasión y siento que el amor de Dios me apoya.
En tiempos felices, le doy la bienvenida al gozo. Siento gratitud aquí y ahora, y sé que el Espíritu me acompaña. Al aceptar mis experiencias con un corazón receptivo, descubro a Dios en todas ellas, lo cual me ofrece sabiduría y paz mental.
1 Juan 1:4
“Escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa”