21 de Enero de 2015- Miercoles
Oro por otros con fe y gratitud.
Orar por otros
Al orar por otros, centro mi atención en la conciencia de Dios en mí. Recuerdo que la presencia divina también está en aquellos por quienes oro. Afirmo mi fe en el poder de la oración y doy gracias por la actividad del Espíritu en toda situación. Si me siento tentado a preocuparme, alineo de nuevo mis palabras, emociones y acciones, ya que estas son parte de mi oración. Cuando oro por la curación de un ser querido, lo visualizo sano y perfecto. Si oro por un amigo que busca empleo, lo imagino trabajando con satisfacción. Al orar por las personas del mundo, veo que la luz, la vida y el amor divinos están activos en sus vidas.
Lleno de fe y centrado en la gratitud, vivo en oración por otros.
-Colosenses 4:2
“Manténganse constantes en la oración, siempre alerta y dando gracias a Dios”.