28 de Enero de 2015- Miercoles
Reclamo mi herencia de la abundancia ilimitada de Dios.
Prosperidad
El bien ilimitado de Dios está a la mano, aquí y ahora. Según este maravilloso nuevo año comienza, estoy listo para reclamar mi herencia abundante e infinita de Dios. Tengo presente que antes de poder recibir he de hacer espacio en mi conciencia. De manera que dejo ir creencias antiguas de escasez o limitación, me perdono y libero a los demás de errores pasados.
Cuando me deshago de aquello que ya no necesito, creo un espacio para darles la bienvenida a formas nuevas y mayores de bien. Al dejar ir posesiones, ideas, trabajos o relaciones personales que ya cumplieron su propósito, doy la bienvenida a un nuevo año vibrante y próspero.
Hageo 2:9
“Al final, la gloria de esta casa será mayor que al principio, y haré que en este lugar haya paz. Lo digo yo, el Señor”