30 de Enero de 2015- Viernes
Tengo fe en que Dios dirige mi vida.
Fe
En el pasado, quizás haya confiado en maneras limitadas de pensar o acudido a fuentes externas por dirección y comprensión. Mas ahora mi fe yace en la presencia crística en mí. Sé que el Espíritu divino me guía en la dirección correcta. Dios está conmigo siempre. Puedo confiarle mi vida. Cuando surgen los retos, o si preguntas y temores agolpan mi mente, afianzo mi fe más fuertemente en la presencia crística. En mis oraciones, pido dirección. Con confianza, ecuanimidad y paz, sigo el camino que se ha hecho claro ante mí.
Si tengo más de una opción, confío en que el Espíritu me ayudará a elegir sabiamente, revelando lo que he de hacer. Prosigo con fe, sabiendo que mi vida cumple un plan divino.
Lucas 18:41-42
“Señor, quiero recibir la vista”. Jesús le dijo: “Ya la has recibido. Tu fe te ha sanado” .