17 de Febrero de 2015- Martes
Juego y regreso al gozo, mi estado natural de ser.
Gozo
Cuando observo a un niño bailar o reír de alegría, recuerdo que se supone que sintamos y expresemos gozo a cualquier edad. A veces, puede que me pregunte adónde se ha ido mi gozo. ¿Por qué la vida se volvió tan rigurosa?
Cuando tomo la vida con menos seriedad, la alegría vuelve a burbujear. El gozo nunca desaparece; a veces, simplemente lo perdemos de vista. Así que dispongo traer gozo a mi vida. Tal vez llame a un amigo que tenga buen sentido de humor o pase la tarde en un parque jugando con niños o animales. Quizás planifique una sorpresa para alguien o sencillamente disfrute de mi pasatiempo favorito. Promuevo actividades que me ayuden a regresar a mi estado natural de gozo.
Salmo 65:8
“Tú haces que el sol grite de alegría al salir por la mañana, y al caer la tarde”. (