20 de Febrero de 2015- Viernes
Mi alma está centrada en Dios.
Paz interna
Soy uno con la paz de Dios. Hoy dejo de buscar la paz fuera de mí. Todo lo que deseo ya existe en mí. Para aquietar mi mente, cierro los ojos, respiro profundamente y siento que cualquier tensión se disipa. Lentamente, entro en un espacio sereno en mi corazón. En este lugar, mi alma se aquieta y mi mente se calma. Me vinculo de nuevo con la paz de Dios.
En el silencio, tomo conciencia del Espíritu en mí. Estoy rodeado de amor y serenidad. La calma llena todo mi cuerpo, y una presencia envuelve mi alma. Mi espacio interno está completamente lleno del amor divino. Al continuar con mi día unido a la paz de Dios, demuestro confianza y entereza. Todo está bien en mi mundo.
Proverbios 3:17
“Sus caminos son caminos deleitosos; todas sus veredas, paz”. (F)