22 de Febrero de 2015- Domingo
Mi práctica espiritual me ancla en el amor divino.
Práctica
Mi práctica espiritual puede incluir orar y meditar, asistir a servicios sagrados y leer la Biblia u otro escrito espiritual. Los momentos que aparto para profundizar mi relación personal con Dios son esenciales. Ellos avivan mi conciencia del amor ilimitado del Espíritu.
Estas disciplinas fomentan mi práctica espiritual y me alientan a traer la presencia de Dios a cada situación durante el día. Todo reto aparente o bendición me brinda la oportunidad de profundizar mi fe en el Cristo morador.
Al expresar amorosamente paz, gratitud y generosidad –aun durante momentos difíciles– siento el gozo de la presencia de Dios en cada instante de mi vida.
1 Timoteo 4:15
“Pon tu cuidado y tu atención en estas cosas, para que todos puedan ver cómo adelantas”