28 de Febrero de 2015- Sabado
Confío en el poder sanador de Dios en mí.
Curación
La curación siempre está en progreso, sin importar lo que parezca estar sucediendo. Bajo la superficie, la energía de la vida siempre promueve la salud. Confío en que el proceso de curación se lleva a cabo en mi alma, mente y cuerpo. Para fomentar mi curación, aparto mi atención de cualquier percepción externa y me aúno al Espíritu. Afirmo: La salud es mi derecho, mi estado natural de ser. Mi curación ya está sucediendo. Confío de corazón y dejo ir cualquier expectativa de cómo debe surgir mi curación. Siento gratitud por las hermosas lecciones que el proceso sanador me ofrece. Cada momento de mi vida me brinda la oportunidad para la plenitud y el crecimiento.
Proverbios 3:5
“Confía en el Señor de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia”.