11 de Marzo de 2015- Miercoles
A lo largo de mi día, descubro la presencia de Dios.
Descubrimiento
Cuando mantengo el pensamiento “Todo es Dios”, puedo ver a mi creador por doquier. Soy como un detective espiritual que busca a Dios en cada experiencia. Al comenzar el día, descubro a Dios en la belleza del amanecer. Aprecio el amor divino en mi desayuno, consciente de su energía y sustento dadores de vida. Si voy a una cita médica, reconozco a Dios en el cuidado que recibo. En la tienda, una madre que demuestra afecto a sus hijos me recuerda el amor incondicional de Dios. Cuando paseo por un parque, veo el gozo divino en el juego de los niños. Percibo la paz del espíritu al meditar y orar a lo largo de mi día. Descubro la verdad: “Dondequiera que estoy, está Dios”.
Jeremías 29:13
“Me buscarán y me encontrarán, porque me buscarán de todo corazón”. (F)