25 de Marzo de 2015- Miercoles
Afianzado en la fe, mi prosperidad aumenta
Prosperidad
Algunos días puede que pierda de vista mi prosperidad. En tales ocasiones, me dirijo a mi interior. Enfoco mi atención en las muchas bendiciones que he experimentado en mi vida y reemplazo cualquier pensamiento de escasez con una afirmación de abundancia.
Sé que no existen límites en el Espíritu, que me provee todos los recursos que necesito. Como un jardinero que siembra con gozo, planto semillas de prosperidad sabiendo que crecerán, según mi fe, en el suelo fértil de la sustancia espiritual. Dejo ir cualquier pensamiento de carencia. Expreso gratitud por cada bendición que surge y mi confianza en el Espíritu se profundiza.
Mateo 6:26
“Miren las aves del cielo, que no siembran, ni cosechan... y el Padre celestial las alimenta. ¿Acaso no valen ustedes mucho más que ellas?”.