03 de Abril de 2015- Viernes
Dejo ir y confío en el resultado perfecto de Dios.
Confianza
En el jardín de Getsemaní, Jesús dejó ir la idea de lo que era mejor para él. Él oró: “que no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”, y puso el resultado en manos de Dios. Su perspectiva y entrega dieron paso a una realidad mayor, y él trascendió sus limitaciones personales.
Siguiendo el ejemplo de Jesús, nuestro señalador del camino, dejo ir mi pensamiento limitado para aceptar un resultado divino.
Dejo atrás cualquier expectativa estrecha acerca de mi bien y acojo una nueva posibilidad para el crecimiento de mi alma.
Al dejar ir mi punto de vista personal, puedo percibir la visión de mi ser más elevado. Confío en el resultado perfecto de Dios y siento gozo.
Marcos 14:36
“¡Abba, Padre! Para ti, todo es posible. ¡Aparta de mí esta copa! Pero que no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”.