17 de Mayo de 2015- Domingo
Centro mis pensamientos en lo que más deseo en mi vida.
Conciencia
Los pensamientos que sostengo tienen un efecto magnético poderoso llamado “ley de atracción”. En términos sencillos, esto significa que manifiesto lo que pienso. Consciente de ello, fundo mis intenciones en el amor, la paz, la armonía y la prosperidad que deseo experimentar. Al mantener mi corazón centrado en el bien, las bendiciones surgen –para los demás y para mí–.
Presto atención a lo que pienso y a los resultados que obtengo. Veo cómo lo que aprecio aumenta y cómo las expectativas positivas producen resultados positivos. Elevo mi perspectiva para manifestar bendiciones para los demás y para mí. Sé que el poder de mi conciencia es uno con el poder de Dios ¡y con Dios, todo es posible!
Lucas 6:45
“La gente buena siempre hace el bien, porque el bien habita en su corazón”.