23 de Mayo de 2015- Sabado
En la quietud, encuentro paz y satisfacción.
Quietud
Hoy tomo tiempo para aquietarme y permitir que Dios responda a las inquietudes de mi corazón. Dejo ir cualquier búsqueda ansiosa, no fuerzo soluciones y permanezco receptivo al espíritu.
Descanso y enfoco mi atención en el fluir rítmico de mi respiración. La charla en mi mente cesa y me conecto con Dios. Al dejar ir toda preocupación, avivo la fortaleza de mi fe. Respiro profundamente y entro a la capilla de mi corazón. Allí encuentro quietud y descanso en el silencio.
El amor de Dios me llena de paz y satisfacción. Sé que todas mis necesidades son satisfechas y me siento completo. En la quietud, me siento profundamente satisfecho.
Marcos 4:39 Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza