13 de Junio de 2015- Sabado
La presencia de Dios me libra del temor. Tengo valor.
Sin temor
Puedo vencer el temor gracias a una conciencia de la verdad. Cuando veo mi vida bajo su luz verdadera, descubro que no hay nada que temer. Los problemas en el mundo externo, las personas y situaciones que me hacen sentir temor son parte de un mundo ilusorio y no tienen poder sobre la presencia de Dios en mí. Cuando sienta temor o confusión, determino sobreponerme a dichos sentimientos tomando conciencia de que Dios mora en mí. Con Dios puedo enfrentar con éxito cualquier desafío, puedo superarlo todo. A medida que mi valor aumenta, mi temor disminuye. Permanezco en una conciencia de valor y verdad.
Hebreos 13:6
“Así que podemos decir con toda confianza: el Señor es quien me ayuda; no temeré lo que pueda hacerme el hombre”