23 de Julio de 2015- Jueves
El poder de Dios me rodea y me envuelve ahora.
Protegido
Si alguna vez me siento inseguro o incómodo con lo que sucede en mí y a mi alrededor, afirmo la verdad: El poder de Dios me rodea y me envuelve. Soy el poder de Dios. Luego puedo pensar claramente y actuar con confianza y aplomo.
En mis ratos de oración edifico el poder y la presencia de Dios en mi conciencia, de manera muy parecida a cómo un albañil construye una pared fuerte. Afirmo el poder de Dios en cualquier momento de estrés y sé que todo está bien. El espíritu morador me permite ser fuerte en toda circunstancia. El temor no tiene lugar en mí porque mantengo un contacto constante con Dios. Soy valiente cuando otros necesitan confianza. Estoy protegido en toda situación.
Daniel 10:19
“Me dijo: No tengas miedo ni te preocupes. Dios te ama; ¡anímate y ten valor!”