01 de Agosto de 2015- Sabado
Curación
La curación es algo natural. Con cada respiración, cada latido del corazón, la presencia sanadora de Dios lleva a cabo su obra poderosa. Permito y fomento mi salud sin interferir con Dios. Hago esto al permanecer optimista y rechazar cualquier pensamiento negativo. Confío en que el poder restaurador de Dios obra en mí plenamente ahora.
Si no me siento saludable, completo y lleno de energía, respiro profundamente y visualizo que mi cuerpo responde a la energía perfecta, sanadora y sagrada en mí.
Afirmo: ¡Soy fuerte, saludable y estoy lleno de vida y vigor! Bendigo cada parte de mi cuerpo templo, y siento que el amor de Dios me llena de la cabeza a los pies.
Mateo 9:22
“Pero Jesús se volvió a mirarla y le dijo: ‘Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado’. Y a partir de ese momento la mujer quedó sana